Tus hijos... no son tus hijos

Son hijos e hijas de la vida (Gibran Khalil Gibran, el Jardín del Profeta).

La primera vez que leí esta frase, tendría unos 15 años. Era primordialmente hija... y sentí que mi espíritu rebelde y combativo se identificaba plenamente con ella. Con mi necesidad de marcar la pauta de mi "libertad".

Esta noche la recordé, y me costó respetarla desde otro lugar, desde la madre que soy.

Con sus 18 adultos años, fue a jugar al fútbol. Fue el goleador de la noche, dice... jaja... y en una jugada maestra, sólo frente al arquero, con sus botines recién estrenados, imitación de Total 90 dorados, y a punto de meter el gol número... quinchicientos creo, fue a dar de boca contra el cemento. Se abrió la "pera" (mentón, para los que hablan bien)...

Y yo... no estaba ahí.

Fue al hospital con otro adulto, de 19 años (Gracias Ariel, sos una maza!!!).

Y yo... no estaba ahí.

Me llamó, cuando estaban a punto de darle los puntos (Son dos o tres, Ma, no te preocupes que estoy bien! dice su voz en el celular), y fueron seis...

Y yo... no estaba ahí, no quiso que fuera...

Y finalmente, cuando había salido del hospital, me llamó, para que lo vaya a buscar, y cuando llegué estaba en la puerta, todo un hombre. Y lo llevé a cenar, y lo miré fascinada, y en mi mente oía... Tus hijos, no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida... y el me llamó, cuando había resuelto "su" problema. Y él me cuidó para que YO no me preocupara!!.

Y cuando el cirujano le preguntaba por su mamá, él le dijo, "no quise decirle, porque mi mamá hubiera venido caminando desde casa a esta hora, y son las 2 de la mañana" (estamos así como a 90 cuadras, jejeje), y el cirujano entendió, fue su compinche... de igual a igual, de adulto a adulto (Gracias cirujano!!!).

Hoy, me siento un poquito más vieja...

Igual, ahora que duerme, voy a arroparlo, darle un beso en la frente, velar su sueño un ratito... pero por favor... por ahora, no se lo cuenten... no quisiera avergonzarlo!!!

Sólo por hoy... será mi bebé de rulitos otra vez!