"Hay personas que, a pesar de nacer y vivir en situaciones adversas, se desarrollan psicológicamente sanas, e incluso salen reforzadas. Es lo que se conoce como resiliencia.
La psicología y la ingeniería de materiales, aunque pueda parecer extraño, tienen algo en común: el término resiliencia. Esta palabra hace referencia al fenómeno por el que los cuerpos retornan a su forma inicial después de haber sido sometidos a una presión que los deforma."
"La vida diaria está sujeta a acontecimientos duros: la muerte de un ser querido, una enfermedad complicada, experiencias laborales difíciles, problemas serios de relación de pareja, la soledad, el aislamiento social, la competitividad por ocupar un puesto, el desempleo, los problemas económicos... Ante estas situaciones las personas reaccionan de distinta manera según su grado de vulnerabilidad, o dicho de una manera más actual: según su grado de resiliencia. "
Graciela E. Prepelitchi
Formarse.com (recibido por lista de distribución)
Que todos los días aprendo algo nuevo. Que todos los días, algo que ya sé, se encuadra en un estante con nombre nuevo.
Dice también este escrito que los rasgos que favorecen esta facultad (la resilencia) son entre otros, la capacidad introspectiva (poder ir hacia adentro, reflexionar sobre uno mismo, hacerse cuestionamientos sin lastimarse, y modificar de a poco eso que nos daña de nuestra propia conducta), la independencia (poder establecer los límites de nuestra propia baldosa, sin dejarnos avasallar por el que quiere invadirnos, ni invadir el terreno del otro buscando llenar agujeros emocionales que son nuestros, y de nadie más), la iniciativa (tomar el toro por las astas, sin esperar que las soluciones o el motor vengan de afuera, nos salga como nos salga, empezar nosotros), el humor y la creatividad (reírnos de nuestros errores y conflictos es el primer paso para poder superarlos, quitarles el dramatismo que nos paraliza), la habilidad para establecer lazos íntimos con otras personas (que es la capacidad de no quedarnos en el encierro de nuestros propios conflictos, poder compartirlos, contarlos, someterlos al juicio ajeno, y escuchar consejos y recetas que pueden servirnos, o no, pero compartir enriquece).
En realidad no importa el nombre, si es que tiene nombre este "renacer", creo que hoy lo importante es comprender que tenemos por ser HUMANOS, la capacidad de renacer, en cada momento, todos los días, y que no importa cuán grande sea el conflicto, es sólo seguir la chispa, y concentrar todas las energías allí, en el querer estar bien...
Buen comienzo de semana a todos, y bendita sea entonces nuestra capacidad de RESILIENCIA!!
